En este artículo se analiza el ciclo de vida de los vehículos Tesla en base a la información facilitada en el Tesla Impact Report 2019.
En 2019, la media de emisiones de un vehículo de combustión fabricado y vendido en Estados Unidos emitió 69 toneladas de CO2 durante su ciclo de vida, excluyendo el CO2 emitido durante el proceso de refinamiento del petróleo.
El consumo real de un vehículo
Una variable muy importante a tener en cuenta en este tipo de estudios es el consumo real del vehículo. Los tests de medición de autonomías no reflejan un consumo real, independientemente del ciclo que se use: NEDC, WLTP o EPA. Por este motivo, Tesla ha analizado 6.440 millones de kilómetros (4 billones de millas) procedentes de Tesla Model 3. Estos cálculos incluyen las posibles pérdidas de energía durante los procesos de carga.
Para los vehículos de combustión interna también se han empleado datos de consumo en condiciones reales. En este caso, los datos se han tomado de Consumer Reports. En el caso de los sendanes premium de 2019, la media era de 261 gramos de CO2 por kilómetro (420 gCO2/milla) recorrida. Esto incluye las emisiones asociadas a la extracción, refinamiento y transporte del combustible.
Incluso si comparamos el dato oficial EPA de un Toyota Prius, cuyas emisiones son de 110 gramos de CO2 por kilómetro (177 gCO2/milla), un coche eléctrico aún tendría menos emisiones. Además, la eficiencia de un vehículo de combustión se mantiene estable en el tiempo. Por contra, la generación de electricidad proveniente de fuentes renovables es cada vez más frecuente. Es decir, las emisiones generadas por un vehículo eléctrico descienden con el paso del tiempo.
Cabe destacar que para este análisis Tesla ha asumido que no se incrementa la capacidad de energía renovable en la red durante el ciclo de vida del vehículo.
Los datos en Estados Unidos
En la siguiente gráfica se puede ver cómo un Tesla Model 3 cargado en diferentes localizaciones con energía de la red del Estado de Nueva York. Dado que el objetivo de las ciudades, estados y países es reducir las emisiones de la red, es lógico pensar que los vehículos eléctricos de hoy sean más limpios con el paso de los años.
Los datos expuestos hablan de un Tesla Model 3 fabricado en Freemont y:
- Cargado con energía solar y usado como vehículo compartido.
- Cargado con energía solar y usado como vehículo privado.
- Cargado con el mix energético de la red y con uso compartido.
- Cargado con el mix energético de la red y usado como vehículo privado.
El último grupo representa a la media de vehículos de combustión premium del segmento sedán en los Estados Unidos.
La importancia de incrementar la proporción de energía renovables
El origen de la electricidad varía en función de cada región. No obstante, cargar un vehículo eléctrico es cada año más limpio. En Estados Unidos la electricidad que proviene de energías renovables ha crecido rápidamente. Muchos estados estadounidenses han realizado fuertes inversiones en energías renovables, motivados principalmente por el ahorro de costes frente al uso de combustibles fósiles.
Incluso en Michigan donde el 64% de la energía proviene del carbón y el gas natural, las emisiones de un vehículo Tesla se mantienen equivalentes a las de su homólogo de combustión interna. Conforme más regiones adopten las energías renovables como solución, las emisiones relacionadas con la carga de vehículos eléctricos cargados de la red descenderá más.
Los propietarios de vehículos eléctricos pueden acelerar este proceso al adquirir paneles solares fotovoltaicos, tejados solares y sistemas de almacenamiento de energía para sus casas. Este esfuerzo reduce de forma drástica las emisiones de carbono asociadas a un vehículo eléctrico, aun incluyendo la huella de carbono asociada a la fabricación de los paneles y baterías de almacenamiento.
El objetivo de Tesla es implantar instalaciones fotovoltaicas y baterías de almacenamiento de energía en tantos Superchargers como sea posible.
En la siguiente gráfica se observan los mismos supuestos anteriores aplicados en el Estado de Nueva York, donde hay una mayor generación eléctrica con origen renovable. Véase la notable diferencia en emisiones con respecto a la media de Estados Unidos.
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