En este artículo voy a tratar de explicar cómo vemos la movilidad eléctrica y todo lo que no te han contado sobre ella. Voy a comenzar hablándote de mí.
Tesla Model S
A finales de 2017 adquirí un Tesla Model S. A lo largo de este tiempo he recorrido unos 80.000 km. Lo curioso viene ahora, el coste de recorrer dichos kilómetros incluyendo mantenimientos no llega a los 300 €. En este artículo que publiqué para Pásate a lo Eléctrico podrás encontrar toda la información relativa a los dos primeros años y los 70.000 km recorridos.
En los más de 200 artículos que he publicado trato de acercar información útil a todo aquel que está interesado en la movilidad eléctrica, las energías renovables y la sostenibilidad. Entre mis posts encontrarás viajes en vehículo eléctrico, eventos, pruebas de consumos, reviews de vehículos… Pero también entrevistas a pueblos sostenibles, a taxistas, a empresas de instalaciones fotovoltaicas, empresas de puntos de carga…
Un sin fin de informaciones en las que pretendo mostrar el otro lado que, desde ciertos medios de comunicación, no te muestran.
No es extraño encontrar una noticia que diga que un viaje de Madrid a Sevilla en vehículo eléctrico se realiza en 12 horas. O una de las últimas que leí, que decía que un viaje de Madrid a Soria en un Tesla Model 3 Long Range llevaba 4 horas.
Tesla Model S en Supercharger
Lo curioso de estas noticias es que cuando las lees, te das cuenta que se acontecen una serie de hechos que cualquier propietario de vehículo eléctrico no hubiera realizado. ¿A qué me refiero? Pues a salir de viaje y no planificar la carga o el viaje previamente. Un propietario de vehículo eléctrico tiene el surtidor en su propia casa y es sumamente sencillo planificar la carga. Otros no buscan en destino un enchufe de referencia, cuando un simple enchufe doméstico sería suficiente.
Igualmente, también existen artículos y estudios que desmienten el cambio climático. Como resultado de todo esto, para mí existen 4 formas diferentes de afrontar un cambio como puede ser el cambio climático o la movilidad eléctrica.
1- El cambio climático no existe
La primera posibilidad es recharzarlo. Aquí encuentras esos grupos que lo niegan y lo desmienten. En ocasiones lo rebaten y argumentan con datos relativamente fundamentados basados incluso en estudios científicos sudvencionados por organizaciones totalmente libres de sospecha. Otras, directamente lo descalifican sin argumentación alguna.
Contaminación en Madrid
En este grupo tenemos esos artículos que dicen que las emisiones de un vehículo eléctrico son iguales o superiores a las de un vehículo de combustión.
O los que aluden a las calefacciones de los edificios como el causante de la contaminación en los grandes núcleos urbanos. Hecho que se está comprobando en estos días que no es así. La actual pandemia vírica que estamos viviendo nos obliga a permanecer en nuestros domicilios, lo que ha conllevado una disminución de la contaminación hasta en un 60% en esta primera semana.
2- No me gustan la decisiones que se toman
En el segundo grupo tenemos a los que aceptan y comprenden que hay un problema de cambio climático, pero no le gustan las decisiones que se toman. Y voy a poner un ejemplo concreto:
Seat Mii Electric en Madrid Central
Tengo un amigo que vive en Guadalajara y estas navidades pasadas decidió ir a Madrid a ver las luces de Navidad con su familia. Cuando llega a Madrid, nos cuenta que se lleva una desagradable sorpresa al notar la pésima calidad de aire que se respira. La verdad es que es comprensible su sensación, pues también la vivimos muchos de los que vamos a Madrid casi a diario. Ante tal explicación le pregunté: ¿Y cómo has ido a Madrid?. Y me replicó: ¿Cómo voy a ir? Si iba con mi mujer y mis dos hijas. Lógicamente he ido en coche. Pero además añade: Encima, con la historia esta de Madrid Central he tenido que aparcar a 20 ó 30 minutos de donde quería ir.
Y aquí es donde se ve claramente la incoherencia: comprendemos que hay un problema de contaminación, pero no aceptamos las soluciones que se toman, ni estamos dispuestos a cambiar nuestros hábitos. Parece que esperamos que la solución llegue de fuera.
3- Acepto las soluciones
El tercer grupo estaría un grupo de personas bastante coherentes. Hablo de esos que comprenden que hay un problema de cambio climático y aceptan las soluciones que se toman desde las instituciones. Y es que estén de acuerdo o no en las medidas tomadas, son conscientes de que algo tenemos que hacer para solucionarlo.
4- Soy parte de la solución
Recordemos que estas instituciones, sean del signo político que sean, tratan de agradar sino a todos, a la mayoría de sus ciudadanos. Como digo, estas soluciones en ocasiones son descafeinadas y aquí llega el cuarto grupo de personas. En este grupo tenemos a aquellos que han decidido tomar las riendas y ser parte de la solución. Y aparecen iniciativas de mano de cooperativas como SomEnergía que ofrece soluciones energéticas, o Electric Sun Mobility que ofrece soluciones para el problema de la infraestructura de puntos de carga.
Sono Sion de Sono Motors
Igualmente, existen otro tipo de empresas que tratan de ofrecer soluciones diferentes. En este caso hablo de empresas con soluciones nuevas y diferentes para la movilidad como Sono Motors con el Sono Sion.
Soluciones a nivel particular
A nivel particular también podemos tomar acciones y no quedarnos estáticos. Por ejemplo: ¿Te duchas en lugar de bañarte? ¿Llevas tus propias bolsas cuando haces la compra? ¿Compras productos a granel en lugar de envasados? De hecho, existen empresas que ofrecen detergente para lavadora a granel.
¿Y la movilidad eléctrica?
El coche eléctrico no tiene por qué ser la solución para todo el mundo. Aquellas personas que conducen 10.000 km al año es muy posible que tener un coche en propiedad no sea la solución más económica, ni ecológica. Y esto se puede aplicar tanto si hablamos de un coche eléctrico, como uno de combustión.
¿Cómo vemos la Movilidad Eléctrica?
Para otras personas no es viable económicamente comprar un coche tan caro. No pasa nada, no te preocupes. Hay muchas formas de ser sostenible. Tener un vehículo eléctrico es una posible solución más, pero no la única. Recuerda algo muy importante, para ser sostenibles no hemos de hacer del coche eléctrico una moda.
Existe un mítico vídeo de Álvaro Sauras que nos habla sobre la idiotez del vehículo eléctrico. Este vídeo a pesar de ser de 2014 aún continúa plenamente vigente. En él nos cuenta la sencillez de una tecnología frente a la otra y el por qué se está retrasando de forma intencionada su llegada.
El negocio de los vehículos de combustión es algo muy serio. Y los grandes fabricantes no están dispuestos a perder ni una porción de su cuota de mercado.
Las conversiones de vehículos de combustión a eléctricos
Llegado este punto quiero hablaros de Charly, un profesor de educación física de un instituto de Cartagena que decidió fabricar su propio coche eléctrico de cero. Y cuando digo de cero, me refiero a que llegó hasta el punto de crear su propia batería. En la entrevista que hice a Charly para Pásate a lo Eléctrico nos contó que el coste de fabricar desde cero el vehículo fue de unos 30.000 €. Sin embargo, si quería homologar dicho vehículo para que pudiera circular con él tenía que pagar unos 50.000 €.
Si en lugar de fabricar un vehículo desde cero, quisiésemos realizar una conversión de coche de combustión a eléctrico sería posible y existen varias empresas que los hacen. En este caso, el coste asociado puede rondar unos 15.000 o 18.000 €, aunque depende de varios factores.
Las normativas de emisiones en 2020
Como hablaba unas líneas más arriba, fabricar un vehículo de combustión que cumpla las normativas de emisiones actuales no es sencillo y más si cabe este año. En 2020 ha entrado en vigor una nueva normativa que obliga a reducir las emisiones de los fabricantes. Esta norma no es sencilla de explicar y además tiene ciertos resquicios muy llamativos.
Vehículo con emisiones
Para poder comprender esto, voy a poner el ejemplo de un Seat León. Según la web de Seat este vehículo tiene unas emisiones entre 96 y 115 gramos de CO2/km. Y un Seat Ateca tiene unas emisiones entre 115 y 156 gramos CO2/km.
Por cada Seat León que se venda Seat debería pagar una multa entre 95 € y 1.900 €.
Por cada Seat Ateca que se venda Seat debería pagar una multa entre 1.900 € y 5.795 €.
Ahora recuerda, la marca Seat pertenece a uno de los grupos automovilísticos más importantes: Grupo Volkswagen. Y todos los vehículos de este grupo comparten tecnología y motores, así que las multas a pagar son millonarias. Y lo mismo sucede con el resto de grupos automovilísticos.
¡Ojo! ¡Qué no hemos terminado! Porque no es tan sencillo, puesto que en 2020 cada vehículo eléctrico vendido computa por dos. De ahí el interés de las marcas por empezar a publicitar los vehículos híbridos enchufables y eléctricos.
¿Y cómo queda la cosa? Pues del siguiente modo: esta transición al vehículo eléctrico va a suceder, pero va a suceder de una forma muy lenta y progresiva. Algo que ya adelantó Álvaro Sauras en 2014.
Conclusiones
¿Se entiende hacia dónde vamos? No se facilita la conversión de vehículo de combustión a eléctrico. De hecho, tal y como he comentado antes, a pesar de ser la opción más ecológica, la parte de la homologación hace que no sea rentable. Como resultado, sale más económico comprar un coche eléctrico.
No te creas nada de lo que te cuentan, ni siquiera creas lo que he contado en estas líneas. Lo mejor es que verifiques la información y saques tus propias conclusiones. Que nadie decida por ti.
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