Tranquilos, no voy a hablaros de política, ni de izquierdas, ni de derechas. Tampoco del centro o de un retroceso. Simplemente quiero plantear una serie de preguntas y que nos cuestionemos si existen otras posibilidades para llegar al mismo fin: cambiar las cosas.
Siempre hemos oído que el momento de cambiar las cosas es cuando llegan las elecciones y que por este motivo hemos de votar. Imagino que aludiendo a esta razón las primeras elecciones de 2019 fueron las segundas con mayor participación de la historia, tras las de 1982. No recuerdo muy bien las de 1982, tan solo tenía 2 años. Pero las de 2019 sí, y únicamente destacaría el crecimiento de los partidos ubicados en los extremos.
El miedo me llevó a votar
A lo largo de los años de democracia, los índices de participación siempre han variado entre un 68% y un 80%. No sé a vosotros, pero a mí, desde pequeño me inculcaron que si no votabas, no tenías derecho a quejarte. De nuevo, esa creencia que reafirma que la única manera que tenemos de cambiar las cosas es a través del voto.Quizás por eso he votado siempre. Incluso en 2019, cuando conscientemente no creía en el sistema, lo hice. El miedo a que saliera elegida una alternativa peor, me llevó a votar.
Hoy, tras una semana de profundos cambios en mi vida personal, me he dado cuenta que ese miedo que veía en el exterior, no era más que un fiel reflejo de lo que acontecía en mi mundo interior. El miedo a afrontar lo desconocido, la incertidumbre de lo que puede pasar sin el respaldo de papá Estado y mamá Corporación. No se trata de dar un paso y ya estás liberado. Es un acto de confianza en uno mismo. Sientes que andas por un estrecho sendero del que si sales, caerás en un vacío de infelicidad y desdicha. Es irónico. Como si rechazando mi propio miedo interior fuese feliz.
En definitiva, estamos tan acostumbrados a hacer todo como siempre se ha hecho, que no nos planteamos que puede existir otro modo.
De pequeños vamos al colegio y nos desconectamos de nuestra esencia. Salimos del instituto y no conocemos nuestros dones. Los más afortunados, estudiamos en la universidad una profesión que creemos que tendrá salidas, sin importar si nos apasiona. Una vez tenemos trabajo estable, nos compramos un piso. Y después llega la pareja, la boda, los niños… Bueno, según el caso. Yo eché el freno cuando fui consciente y me pilló en el proceso de vida en pareja.
Confrontar los miedos y creencias
Detenerse y hacer una introspectiva, nos llevaría a observar nuestros miedos, creencias, dolencias, sentimientos… Y una vez aceptamos todo eso, tenemos la posibilidad de vivir y ser felices. ¿Cómo podrías ser feliz si rechazas un temor que te atormenta cada día? ¿Acaso crees que si lo rechazas desaparecerá?
También podrías aplicar esta otra pregunta: ¿Cómo podrías ser feliz si rechazas tu esencia que te reclama cada día? Ambas preguntas, tienen el mismo efecto mirar dentro de uno mismo.
Aquello que rechazas te somete. Lo que aceptas te transforma.
Carl Gurtav Jung
Pondré un ejemplo para que se comprenda mejor. Las películas de Disney, aunque muchas contengan mensajes relevantes, son observadas como entretenimiento para niños mayormente. Tomaré una película en concreto: Dumbo. Extrapolar que de nuestras particularidades debemos hacer fortalezas, no es algo que muchos adultos apliquemos en nuestra vida. Ni por muchas veces que hayamos visto la película.
Me desnudo ante el espejo
Me voy a desnudar ante vosotros. Para aquellos que sepan de que hablo, soy un 9 con ala 1 en el Eneagrama. Para los que piensen que me he vuelto loco o que soy un hierbas, les pediré que obvien la frase anterior. Y os diré lo siguiente, mi forma de ser me lleva a tratar de ocultarme, evitar el conflicto y no destacar por miedo al rechazo. Me persigue la recurrente pregunta del: ¿y qué dirán? Sí. Hablo de vosotros. Los que me leéis o me habéis visto en algún vídeo en YouTube.
Sin embargo, he descubierto que lo que realmente me llena es escribir, comunicar y ayudar a los demás con mis publicaciones. Dicho esto, la pregunta es clara: ¿cómo voy a ser un comunicador si tengo miedo a exponerme?
La respuesta es evidente: aceptando mis miedos. Aceptar tus miedos no implica que desaparezcan. Aceptar tus miedos es comprender su sentido. Observarlos y decir: «Gracias por avisarme y ponerme en alerta. Ahora, ya puedo tomar mis decisiones con plena consciencia.»
El mensaje, sin un acto de consciencia y compresión, no es asimilado. Y muchas veces no comprendemos ni asimilamos algo, hasta que nos hemos tropezado en varias ocasiones.
Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias.
Albert Einstein
Vota con tu dinero
Bien. Si me has seguido hasta aquí, entonces es porque has aceptado tus miedos. Entonces, ya no importa lo que suceda fuera, porque la última palabra la tienes tú. La responsabilidad de tus actos es tuya, no de los políticos que nos dirigen. Entonces, ¿sirve de algo votar?
Tengo mi propia respuesta al respecto, pero me reservo el derecho a compartirlo con vosotros. Puedes emplear tu energía en votar si así lo deseas. Pero lo que encarecidamente recomiendo es que usemos el dinero como medio de voto. El dinero es la forma con la que damos y recibimos energía. Es nuestra manera de demostrar a la frutería de debajo de casa que creemos en ellos. Y a la vez, decir a ese gran supermercado que está a tres manzanas que no nos gusta comprar productos envasados. ¿Qué mejor manera de dar las gracias a un comercio que comprando en él? ¿Y qué mejor manera de solicitar un cambio a las grandes empresas que dejando de comprar en ellas?
Súbitamente hemos visto que los Gobiernos están sometidos por las empresas. Sabemos que el mundo está gobernado directa o indirectamente por las grandes corporaciones. Entonces, si crees que un voto puede cambiar las cosas, ¿qué no crees que harás con tu dinero en el día a día? Vota con tu dinero para cambiar las cosas.
junio 10, 2020 a las 6:28 pm
Grande Emilio, me gusta mucho leerte, es como si te conociera de toda la vida, siento como si me lo estuvieras contando directamente a mí en una conversación cómo podría tener con cualquier amigo pero con la pasión de cautivar sabiendo que nada de lo que me ha parecido ha sucedido aunque si lo desee.
Un abrazo .
junio 10, 2020 a las 6:43 pm
Me alegro que así sea. Gracias.